«Comenzó a hablar valientemente en la sinagoga. Al oírlo Priscila y Aquila, lo tomaron a su cargo y le explicaron con mayor precisión el camino de Dios.»
Hechos 18:26 NVI-E
El verdadero discipulado no es una clase de Biblia ni tampoco es una conversación de amigos para pasar el rato. Siendo discípulo en el proceso de discipulado, es la transmisión de los principios bíblicos (o doctrina bíblica de Dios) así como su aplicación práctica en la vida del discipulador y del discípulo y que puedan parecerse más a Cristo cada día.
Erróneamente muchas iglesias no tienen programa de discipulado y muchos pastores y líderes no han sido correctamente discipulados, lo que hace que los cristianos que se congregan y los sigan desconozcan los verdaderos principios bíblicos a la vez que terminan inventando doctrinas, profecías, revelaciones que contradicen los principios de Dios y que algunos de estos inventos e inventores se convierten en herejías y herejes por el manejo incorrecto de La Biblia.
Priscila y Aquila vieron en Apolos su pasión por Dios, su denuedo al hablar y su fuerza para predicar el mensaje del Mesías, pero también se dieron cuenta que «sólo conocía el bautismo de Juan» (versículo 25). Ellos decidieron discipularle y enseñarle completa y correctamente la doctrina de Dios referente al Mesías, su gracia, la salvación, la venida y bautismo en el Espíritu Santo.
Apolos siendo discípulo fue humilde. Algo muy importante fue su carácter, que no presumió saberlo todo sino que permitió ser enseñado correctamente sobre los principios de Dios.
Queda demostrado bíblicamente que la pasión por Dios no es suficiente, todo cristiano debe pasar por un proceso de discipulado. ¿Y tú, dejas que otro te discipule y correctamente te enseñe la doctrina bíblica de Dios o erróneamente crees que no necesitas ser discipulado(a)? Permite que alguien que conozca las Escrituras, que tenga el carácter de Cristo y que tema a Dios, te guíe en un proceso de discipular tu vida conforme a los principios que Dios dejó en Su Santa Palabra.
Bendiciones
Engelbert González
*Devocional escrito por Engelbert González.