Hechos 7:60 NVI
60Luego cayó de rodillas y gritó: —¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Cuando hubo dicho esto, murió.
Los religiosos judíos perseguían a cualquiera que creyera y predicara una fe diferente a su judaísmo. Pero no lo hacían porque quería cuidar su fe sino porque querían evitar sanciones de los romanos que los dominaban.
Como no podían matar a nadie buscaban falsos testigos que permitieran a los romanos aplicar la máxima sanción a «los traidores». Como Esteban predicaba con gran elocuencia y defendía con contundencia su fe, los saduceos buscaron enjuiciarlo y condenarlo para luego enviarlo a los romanos para su muerte, ya que los judíos por ley romana no podían aplicar la pena de muerte a nadie.
Pero no fue así, en su odio porque fueron confrontados por el Espíritu Santo, asesinaron a Esteban.
Defender la fe es parte del verdadero cristianismo. A veces llevará a la muerte, el genuino cristiano debe saberlo y asimilarlo. En un «mundo materialista» la mayoría cree que tener riqueza es bendición de Dios, se olvidan que hay ateos y satanistas millonarios.
Los cristianos bíblicos practican la proclamación del evangelio como la mayor riqueza, demostrando la mejor obediencia a Dios. Morir al materialismo y a los antivalores de una sociedad perdida, es sabiduría y la mayor ganancia.
Esteban sabía lo que era realmente importante, no estaba predicando riqueza, fama, poder, éxito. Cuando fue martirizado estaba proclamaba al Mesías y la salvación de los pecadores que creyeran en ÉL.
¿Qué predicas tú hoy? ¿Eres apedreado (criticado) por predicar a Cristo o porque utilizas la Palabra de Dios para hacerte famoso y dar mensajes de éxito (falso)?
Engelbert González
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